Para la medicina china, el ser humano es un flujo energético, como el universo que nos rodea, que se expresa en la totalidad de sus manifestaciones físicas y psíquicas. Esta energía vital (Chi) circula o fluye por nuestro organismo a lo largo de catorce canales o “meridianos”. Las alteraciones (en exceso o defecto) de la circulación de esta energía repercute según la medicina tradicional china, en diversos órganos del cuerpo y son los responsables de los desequilibrios que llamamos enfermedades.

La medicina tradicional china, y por tanto, la acupuntura, se basa en la “teoría de los cinco elementos” (fuego, tierra, metal, agua y madera) con sus correspondencias en sus diferentes órganos y funciones. La acupuntura seria una manera de reestablecer el equilibrio del flujo energético alterado de cada individuo (enfermedad) mediante la inserción de las agujas en determinados puntos de los canales (meridianos) para activar o disipar la energía vital (Chi).